De la mezcla y fusión de distintos géneros de la
música cubana, principalmente: el Son, el Danzón y sus derivados, la Rumba; con
elementos de otros géneros del Caribe como la Bomba, la Plena, la Cumbia; de géneros
Latinoamericanos como la Zamba y el Tango y de la forma de hacer esta fusión es
que surge la Salsa. Podemos decir que la Salsa es música, principalmente, del
Caribe mulato con perspectiva Panamericana creada en un medio social
pluricultural y hostil a nuestras tradiciones y costumbres. Al combinar estos
géneros y elementos las agrupaciones de Salsa no respetan las divisiones en las
estructuras orquestales y de géneros musicales establecidas en Cuba. Por
ejemplo, trombones agregados a la estructura de una Sonora. El trombón como
instrumento solistas o único en la sección de viento. Combinación de trombones
y trompetas con tuba y saxofón como instrumentos de viento. El saxofón relegado
a un instrumento de tercera importancia en las orquestas que cultivan este
movimiento musical. Agrupaciones musicales que incorporaban elementos del Jazz
en sus armonías y la improvisación de varios instrumentistas durante la
ejecución de un tema. Los temas grabados no se clasifican en los discos como
guaguanco, guajira o rumba; como se hacia hasta la década del sesenta en la
música caribeña.
César Miguel Rodón en su obra antológica El Libro de
la Salsa nos describe la estructura de la Salsa en sus inicios de la manera
siguiente:
"... una música todavía incipiente y desesperada,
pero novedosa, que tenía tres características fundamentales:
El uso del Son con la base principal de desarrollos
(sobre todo por unos montunos largos e hirientes),
El manejo de unos arreglos no muy ambiciosos en lo que
a armonía e innovaciones se refieren, pero sí definitivamente agrios y
violentos, y
El toque último del barrio marginal: la música ya no
se determinaba en función de las esquinas y sus miserias, la música ya no
pretendía llegar a los públicos mayoritarios, su único mundo era ahora el barrio;
y es este barrio, precisamente, el escenario que habría de concebir, alimentar
y desarrollar la Salsa".
En el período del 1964 al 1970 ocurrió el asentamiento
de las bases comerciales y musicales de la casa disquera Fania. Para el 1966 la
Fania comenzó a contratar nuevos artistas, tales como Larry Harlow y Bobby
Valentín dos personajes que en breve tiempo se convertirían en estrellas en el
mundo latino de Nueva York.
Para el 1967 Ismael Miranda firmó como cantante de
Harlow y rápidamente se hizo famoso por su cara de niño y su forma de cantar
con giros y mañas características del habla de los barrios neoyorquinos. En ese
año firman a Ray Barreto, quien forma una orquesta que deja atrás el formato
charanguero de La Moderna y se adentra en el formato y el sonido de los
Conjuntos del 40, pero agrega el timbal a la sección de percusión tradicional
de bongó y tumbadora. Barreto fue una buena inyección para la compañía pues era
un músico que gozaba de un gran respeto y admiración entre el público latino de
Nueva York.
Para el mismo año la compañía contrató al trombonista
de 15 años Willie Colón, quien sería el salsero más importante en el desarrollo
de esta música. El productor y condueño de la compañía Johnny Pacheco unió a
Colón con un cantante que llegó de Ponce llamado Héctor Pérez, quien cambió su
apellido a Lavoe por objetivos artísticos. En sus inicios la orquesta de Willie
Colon tuvo uno de los sonidos más pobres de la Salsa en Nueva York. Colón
estructuró su banda( bajo, piano, la percusión completa y dos trombones)
siguiendo la pauta originada en esa década por Mon Rivera y continuada por
Eddie Palmieri con su Trombanga. Su música tenía el estilo y el sonido del
barrio, hiriente y desordenado, en el grupo de Colón mandaban las ganas y el
oído para hacer su música.
De ese momento en adelante la Fania siguió la política
de firmar a casi la todas las bandas desconocidas que surgen en Nueva York.
También, compraron varias compañías disqueras latinas de la ciudad como Inca,
Cotique y Tico. A principios del 70 firman en Puerto Rico a Roberto Roena y su
Apollo Sound banda que, aparte de los grupos neoyorquinos, fue la más
importante agrupación de la Fania en la década del 70 fuera del circuito de
Nueva York. El Apollo fue una de las pocas orquestas estelares de la Salsa que
incluía en su dotación instrumental el saxofón.
En sus inicios la Salsa fue duramente criticada y no
podía ser de otra forma, pues era música irreverente proveniente del barrio. Se
decía que era música cubana vieja, que su nombre era una etiqueta para vender,
que era música de gente baja, pero a pesar de estas críticas su impacto en
Nueva York y todo el Caribe (desde fines del 60 y principios del 70) fue
avasallador.
La Salsa, que surgió principalmente en el Barrio
Latino de Nueva York, fue la manifestación sonoro-musical de la
transformaciones que realizaron músicos puertorriqueños junto a algunos cubanos
y americanos sobre diferentes géneros de la música cubana a los que le agregan
elementos del folclor boricua y del Jazz. La Salsa implica barrio, desasosiego,
marginación, furia y sentimientos dramáticos frente a la vida. Esta música fue
rápidamente asumida como propia por las comunidades de los barrios en las
grandes ciudades del Caribe como: Caracas, Cali, Ciudad Panamá y San Juan.
Al inicio de los 70 la Salsa, como expresión musical
del Caribe mulato y el barrio neoyorquino, alcanza su primera etapa de madurez.
De las primeras grabaciones cercanas a lo amateur de fines del 60 se pasa a un
producto profesional más logrado y definido, con sonidos, temas y forma de
hacer música específicos a su carácter.
Nuevamente César Miguel Rondón en su obra ya citada
nos describe con atino lo que él entiende es la Salsa.
"La salsa, pues, no tiene nomenclatura, no tiene
porque tenerla. La Salsa no tiene un ritmo, y tampoco es un simple estilo para
enfrentar un ritmo definido. La Salsa es una forma abierta capaz de representar
la totalidad de tendencias que se reúnen en la circunstancia del Caribe urbano
de hoy; el barrio sigue siendo la única marca definitiva. "... "Claro
en la medida en que el Son se convierte en la principal forma de desarrollo de
la Salsa, en esa misma medida la Salsa se reviste de ciertas características
primariamente cubanas. Pero esto es tan sólo un matiz, no es el todo."
Como toda música que surge con hondas raíces de pueblo
y que puede galvanizar el sentido latinoamericano de muchos grupos nacionales
en el exilio Neoyorquino o en su patria; tenía que superar la livianez de sus
detractores. La Salsa se convirtió en una música que trascendió fronteras,
tanto sociales como geográficas, en el caribe y Latinoamérica, hasta
convertirse en un fenómeno mundial.